1.3.6. Siglo XIX.
La ciencia del siglo XIX experimentó
importantes avances, sobretodo a nivel de medicina, ingenería y
mecánica. Las ciencias naturales también tuvieron un gran auge, debido
entre otros factores, a los viajes científicos patrocinados por el
colonialismo, como la Real Expedición Botánica a Nueva España,
encabezada por José Mariano Mociño y Martín
Sessé y Lacasta (entre 1787 y 1795); la Real Expedición
Botánica del Nuevo Reino de Granada realizada entre 1782 y 1808 por José
Celestino Mutis; los viajes del Beagle (entre 1826 y
1843); la Comisión científica del Pacífico (1862-1865) formada por Marcos
Jiménez de la Espada, el zoólogo Francisco
de Paula Martínez y Sáez, el antropólogo Manuel
Almagro, el botánico Juan Isern y Battló
y el fotógrafo (uno de los primeros documentalistas) Rafael
Castro y Ordóñez; la expedición al Sáhara (1866 o 1886)
del comandante Julio Cervera y el geólogo
Francisco Quiroga, entre
otros; las expediciones del geógrafo francés Alfred
Hettner por los Andres (entre 1882 y 1884)... Todos
estos viajes científicos permitieron un mayor conocimiento del planeta
y permitieron descubrir miles de especies animales y vegetales.
En geología,
durante el siglo XIX, se sentaron las bases de esta ciencia, sobretodo
en Inglaterra. La publicación de la obra de Principles of
Geology (1830) de Charles Lyell,
ayudó clarificar muchos de los procesos geológicos que ocurren en la
Tierra. Además, pocos años antes, en 1815, William Smith,
ya había publicado un detallado mapa geológico de Gran Bretaña que
había revolucionado la ciencia del momento.
Paralelamente, junto con la geología y
también dentro de Inglaterra, se produce un gran desarrollo de la paleontología.
Mary Anning (1799-1847)
durante toda su vida descubre numerosos fósiles de ictiosauros,
pterosauros, pleisosaurios, numerosos invertebrados..., contribuyendo
en gran medida al conocimiento de la fauna jurásica y de la vida
prehistórica. A pesar de todo, por ser mujer y de origen humilde, no se
reconocían muchos de sus estudios y tuvo problemas económicos hasta su
muerte. Por otro lado, Gideon Algernon Mantell
(o su esposa), encontraron el primer fósil de dinosaurio (una
dentadura de Iguanodon) en 1822, poco antes de terminar su primer libro
(The Fossils of South Downs). Y poco después en
1824, se anunció en la Geological Society of London
el descubrimiento en Stonesfield, de los huesos fósiles de un reptil
gigante nombrado como Megalosaurus (gran
lagarto).
A nivel paleobotánico,
el checo Kaspar Maria von Sternberg
(1761-1838) estableció la asociación de las plantas fósiles a
determinados ambientes pasados y demostró las semejanzas ecológicas y
botánicas entre las plantas fósiles y las plantas actuales del mismo
ambiente. Entre 1820 y 1838, realizó unas 70 obras entre las que
destaca Versuch einer geognostisch-botanischen Darstellung
der Flora der Vorwelt (Estudio de una Asociación Geobotánica
de Flora Prehistórica). Además, el francés Adolphe
Brongniart explicó las relaciones de parentesco entre
las plantas actuales y las extintas, en libros como Histoire
des végétaux fossiles (1828-1837).
A nivel de citología
y microbiología se producen muchos
avances en la teoría celular y continúan los estudios del mundo
microscópico. En 1831, el botánico escocés Robert Brown,
describe los núcleos celulares por primera vez. Después en 1839, dos
científicos alemanes, Theodor Schwann y Jakob
Schleiden, publicaron la obra Investigaciones
microscópicas sobre la concordancia de la estructura y el crecimiento
de las plantas y los animales, asentando el primer principio
de la teoría celular: “Todo en los seres vivos está formado por células
o productos secretados por las células”. Más tarde en 1843, el autor de
la frase omnis cellula e cellula, François-Vincent
Raspail, publicó su obra Histoire naturelle
de la santé et de la maladie (Historia natural de la salud y
de la enfermedad), y en 1845, Manuel annuaire de la santé
(Manual anuario de la salud). Finalmente, el médico Rudolf
Virchow, enunció en una serie de 20 artículos de 1858,
el segundo principio de la teoría celular: '"Toda célula se
ha originado a partir de otra célula, por división de ésta."
En genética, Gregor
Mendel publicó en 1866,
en las actas de la Sociedad de Historia Natural de Brünn, el libro Versuche
über Plflanzenhybriden (Experimentos sobre hibridación de
plantas) en el que describe en los guisantes las unidades fundamentales
de la herencia (que posteriormente recibirán el nombre de genes). Este
proyecto no fue entendido en su momento, aunque después, cuando el
bioquímico suizo Friedrich Miescher descubrió
el ADN en el núcleo de las células, en 1868, y cuando August
Weismann en 1892, desarrolló su teoría sobre la herencia
basada en la inmortalidad del plasma germinal, los conceptos de la
herencia mendeliana y material hereditario quedaron clarificados.
En biología,
el famoso anatomista y médico frances Xavier Bichat estudió
los tejidos de plantas y animales, y escribió Anatomie
descriptive, una obra compuesta por 5 volúmenes publicados
entre 1801 y 1803, que supuso gran avance en la historia de la
histología. Además, en 1894 el botánico Eduard Adolf
Strasburger funda y publica Lehrbuch der
Botanik, un tratado de botánica que aún se sigue publicando.
En taxonomía
hubo grandes avances, tanto a nivel zoológico como botánico. En 1817,
el anatomista y paleontólogo de origen francés, George
Cuvier publicó la primera clasificación estructural del
reino animal en su libro Regne animal distribué d'après son
organisation (Reino animal distribuido a partir de su
organización). Y a nivel botánico Stephan Ladislaus
Endlicher estableció en su Genera Plantarum
Secundum Ordines Naturales Disposita (1836-1840) una
clasificación en la que las dicotiledóneas fueron agrupadas
conjuntamente con las coníferas en una sección denominada Acramphibrya,
y en la que las hepáticas y los musgos eran excluidas de los
cormófitos. Además, entre 1887 y 1915, Adolf Engler y
Karl Anton Eugen Prantl publicaron la extensa y popular
obra, Die Natürlichen Pflanzenfamilien, en la que
establecieron un total de 17 divisiones para las plantas, separando los
pirrófitos y carófitos del resto de algas verdes y delimitando las
algas y de los hongos; y poco después, el propio Adolf
Engler creó el primer sistema filogenético, el Syllabus
der Planzenfamilien (1892), una clasificación completísima
que tenía en cuenta la evolución de las plantas y que destaca por la
complejidad del sistema de división de las gimnospermas.
En geografía, Carl
Ritter con su gran maestra de 19 volúmenes, Die
Erdkunde im Verhältnis zur Natur und Geschichte des Menschen
(Las ciencias de la Tierra en relación a la Naturaleza y a la
Historia de la Humanidad, 1817-1859) y Friedrich
Ratzel con su libro Antropogeografía
(1981) desarrollaron las bases de la geografía humana, estudiando la
relación entre el ser humano y el medio ambiente.
Además en este siglo se inventa la
fotografía y comienza el desarrollo de la fotografía aérea. En 1826, el
científico francés Nicéphore Niepce
obtuvo las primeras imágenes fotográficas. La fotografía más antigua
que se conserva es una reproducción de la imagen conocida como Vista
desde la ventana en Le Gras, obtenida en 1826 con la
utilización de una cámara oscura y un soporte sensibilizado mediante
una emulsión química de sales de plata. Después, aparece el popular
daguerrotipo de Louis Daguerre, de 1839,
que utilizaba placas de cobre plateado, sensibilizadas con vapores de
yodo, y Gaspar Félix de Tournachon obtuvo
las primeras fotografías aéreas desde un globo en 1856.
Pero lo más destacable del siglo XIX en
relación a la biogeografía es:
- la introducción del concepto
de formación (como comunidad vegetal) por medio del
geobotánico alemán August Heinrich Rudolf Grisebach.
- la creación de la ecología
por medio de Henry Thoreau, que introdujo
el término; del biólogo alemán Ernst Haeckel
que en 1866 definió a la ecología como la ciencia de las relaciones
entre los organismos y su ambiente; a Eugenius Warming
(1841-1924) que en 1895 crea la primera obra dedicada a la ecología, Plantesamfund.
Grundtræk af den økologiske Plantegeografi, junto con el
primer curso universitario sobre el tema; y a las aportaciones de Andreas
Schimper (1856- 1901), autor de entre otros libros de Pflanzengeographie
auf Physiologischer Grundlage (1898).
- la elaboración del concepto
de biocenosis acuñado en
1877 por el zoólogo y ecólogo alemán Karl August Möbius (1825-1908)
en su libro Die Auster und die Austernwirtschaft.
- se pone de manifiesto la importancia del aislamiento
geográfico gracias al trabajo del geólogo Leopold
von Buch que en su libro sobre la fauna y la flora de
las islas Canarias, titulado Physikalische Beschreibung des
Canarischen Inseln (1825), explica que los individuos de una
especie pueden quedar segregados o aislados geográficamente y dar paso
a una nueva especie diferente. También Wollaston
insistió en esta idea al estudiar los coleópteros en su libro de 1856, On
the variation of species (Bousquets et al, 2001).
- se empiezan a intuir las semejanzas y las
diferencias de la flora y la fauna de los hemisferios
norte y sur. El botánico y explorador inglés Joseph
D. Hooker expuso en su obra The botany of the
Antartic Voyage of H. M. Discovery Ships Erebus and terror in the years
1839-1843 (1844-60) que en las floras de las áreas
circumantárticas (Patagonia, Antártida, Australia y Nueva Zelanda)
había muchas mas familias y géneros comunes que en los continentes del
hemisferio norte, y propuso que todas las floras australes podrían
haber estado conectadas en el pasado (Bousquets et al, 2001).
- los avances en
paleontología y paleobotánica permitieron empezar a
pensar en la existencia de etapas anteriores de la
biosfera. George Cuvier
propuso una teoría en la que la vida en la Tierra había experimentado
cuatro procesos de creación y extinción (el último el del Diluvio) a lo
largo de su historia. Más tarde, Adolphe Brongniart
(1801- 1876) estableció varias épocas de creación para las plantas, y
el francés Alcide d'Orbigny (1802-1857)
aumentó a 27 el número de periodos biológicos (Bousquets et al, 2001).
- la finalización del mapa de Francia de César-François
Cassini de Thury (o carta de Cassini) y la edición de
otros mapas de vegetación regionales y nacionales.
- la elaboración de muchas floras
regionales como la Flora de Nueva Granada (actual
Colombia) publicada por José Celestino Mutis y Bosio
en 1828; la Flora fanerogámica de la Península Ibérica ó
descripción de las plantas cotyledóneas, que crecen en España y Portugal
(1871-1873) de Mariano del Amo y Mora; o
la Flore française (Flore Francaise, ou Descriptions Succinctes de
Toutes les Plantes qui Croissent Naturellement en France..., 1805 y
1815) de Augustin Pyrame de Candolle.
- la creación de clasificaciones de climas,
como la de Wladimir Peter Köppen cuya
primera versión fue publicada en 1884.
- los avances en zoogeografía,
se crearon importantes obras como A treatise on the
geography and classification of animals (1835), del
naturalista inglés Williams Swainson; Die
geographische Verbreitung der Thiere (1853) de Ludwig
Karl Schmarda; On the isothermal oceanic
chart, ilustrating the geographical distribution of marine animals
(1853) de James Dwight Dana; Catálogo
de los peces (1857) del antropólogo, zoólogo y geólogo
gaditano, defensor del evolucionismo, Antonio Machado y
Núñez...
En este campo también destaca la figura del
famoso ornitólogo Philip Lutley Sclater que
describió más de 1.000 especies nuevas de aves, y que fue coautor junto
con Osbert Salvin de Exotic
Ornithology (1866) y Nomenclator Avium
(1873), y coautor junto a su hijo Philip
Sclater de The geography of mammals
(1899). Este científico inglés propuso en un artículo titulado On
general geographical distribution of the members of class Aves
(Sobre la distribución geográfica general de la clase aves, 1858) la
división del planeta en seis regiones
zoogeográficas (Paleoártica, Etiópica, Indomalaya-India,
Australasia, Neártica y Neotropical), que fue la base del sistema de Alfred
Wallace.
- Y por supuesto, por las ideas de Augustin
y Alphonse de Candolle, Charles Lyell,
Jean-Baptiste Lamarck, Charles
Darwin y Alfred Wallace,
que contribuyeron al desarrollo de la biogeografía del siglo XIX y XX,
y a un mayor conocimiento de la vida del planeta.
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